Un Cuento de "El Coyote Emplumado".
PRIMERA PARTE. Quetzalcóatl el Dios de todas las civilizaciones.
Hace miles de años cuando Quetzalcóatl era un Dios viviente cuentan las escrituras jeroglíficos que junto con su hermano Tezcatlipoca lucharon contra Tzipantli, el monstruo más temible y aterrador de todos los tiempos pues devoraba todo a su paso sin dejar vida alguna, vivir no era opción en la tierra, entonces Quetzalcóatl con su armadura de serpiente emplumada y su gran valentía fueron a donde Tzipantli la lucha duro varios días hasta que Quetzalcóatl clavo sus feroces colmillos en la yugular de Tzipantli ya no volvió a soltar aquel monstruo que daba vueltas queriéndose librar de la serpiente emplumada pero finalmente en su agonía dejo de latir su corazón y gracias a su gran victoria nacieron las civilizaciones.
Con el paso de los años Quetzalcóatl era un gran artesano, astrónomo y agricultor que inculcaba siempre su sabiduría a su gente, se volvió noble de corazón tanto que no permitía hacer sacrificios humanos ni a sus padres Mixcóatl el Dios de las tempestades y Chimalma su madre la Diosa de la fertilidad, esto no le agradaba mucho a su hermano mayor, hasta que un día Quetzalcóatl enfermo le dijo a su hermano –Me siento mal mis brazos y piernas se sienten muy cansadas, Tezcatlipoca aprovechando el momento mando traer una bebida con un anciano –Bebe con este remedio te sentirás mejor y habrás de recordar tu corazón generoso hasta que llores- y engañándolo le dio de beber de aquel remedio que no era más que pulque usado por la clases más bajas hasta embriagarse, no satisfecho Tezcatlipoca mando llamar a Quetzalpétlatl una mujer muy hermosa y estando Quetzalcóatl sin conocimiento de lo ocurrido tuvo relaciones con la Diosa rompiendo su voto de castidad.
Al siguiente día Quetzalcóatl empezó recordar lo sucedido y avergonzado fue expulsado por su hermano huyendo de su propia civilización, fue la caída de Quetzalcóatl hasta que falleció siendo el Dios de todas las civilizaciones desde Aztlán hasta donde alcanza el horizonte del sur donde nacieron otras civilizaciones desconocidas desde a muerte de Tzipantli.
SEGUNDA PARTE. Los Hijos Viajeros de Quetzalcóatl.
Entonces los hijos de Quetzalcóatl se volvieron viajeros y han partido de su amada isla Aztlán en busca de la sabiduría para enriquecer a los sabios. El viaje era muy largo y ya no podían continuar por el calor abrazador y sus arenas de dunas empezaban a ser algo densas los vientos golpean la arena en sus caras y los pies se hundían en aquellas tierras extrañas por lo que tuvieron que retroceder, pero no se dieron por vencidos así es que marcaron el desierto para ya no volver a donde mismo y fueron dirigido por el Dios del Sol hasta llegar a un mejor lugar donde vieron que podían descansar para continuar su viaje ese lugar se volvió un punto de encuentro intermedio entre civilizaciones hermanas y fue un lugar de descanso entonces quien iba a imaginar que 7 siglos después decidieron edificar chozas con enormes bardas de barro en formas de laberintos para confundir a cualquiera de sus enemigos, a muchos les gusto el lugar y aplicaron las enseñanzas de Quetzalcóatl elaborando miles de vasijas artesanales para el comercio, todos se ponían felices cuando llegaban a este punto y un Chiquitl exclamaba con alegría la llegada a Paquimé –Hemos llegado a las Casas Grandes de Barro!-. Mientras tanto 200 años después nacían otras civilizaciones al sur del horizonte Los Teotihuacanos y más hacia el sur los mayas.
Tiempo después los hijos de Quetzalcóatl siguieron su viaje algunos seguían en busca de más conocimiento y otros solo querían un nuevo y mejor asentamiento hasta que vieron un águila devorando una serpiente en un lugar pantanoso y ahí decidieron edificar una nueva civilización nombrada los Aztecas más tarde conocidos también como los Mexicas, el domino era tan basto que otros lograron llegar hasta el valle entre los cerros donde se exilió Quetzalcóatl un hermoso e imponente lugar llamado Tollan donde luego los hijos de Quetzalcóatl fundaron la civilización tolteca lugar llamado Xicotitlan donde más tarde sería reconocido como el gran Tollan y donde los maestros constructores erigieron 4 grandes monumentos en honor a sus Dioses como custodios de su pueblo era claro que uno de ellos era Quetzalcóatl la serpiente emplumada.
Con el paso del tiempo los hijos de Quetzalcóatl edificaron grandes obras arquitectónicas para adorar a sus Dioses y tuvieron innumerables guerras entre ellos por ganar territorios y adoptar lo mejor de sus culturas y a los esclavos los sacrificaban para rendir culto a los Dioses del Sol, la Luna y la Lluvia.
TERCERA PARTE. El Nacimiento de un gran Guerrero.
Que tan grandes serían los adversarios que cuenta la leyenda que muchos años después Quetzalcóatl descendió como serpiente hasta llegar a la pirámide de la Luna justo en pleno Equinoccio luego creo a un teyaochihuani coyotl dándole fuerza y sabiduría para emprender un viaje que aunque todavía no conocían cuál era su objetivo decidieron ir en busca de nuevas conquistas dirigiéndose hacia el horizonte sur, el gran coyotl siempre se hacía acompañar de los mejores guerreros y juntos recorrieron las tierras y libraron grandes batallas que al final eran generosos pues dejaban sus legados en cada pueblo que conquistaban y los dejaban vivir para que perdurara su raza pero estos no conformes con todas sus victorias siempre estaban en busca de alguien que les diera guerra tan feroz como la mismísima Tzipantli sin embargo nunca la encontraron.
Fueron años después que finalmente llegaron a donde había civilizaciones desconocidas hasta el horizonte sur donde se tuviera conocimiento de la existencia, entonces los coyotls desde lejos los empezaron a estudiar, lo primero que vieron era un raro y desconocido ritual donde un grupo de hombre se peleaban por una esfera hasta introducirlo en un aro y cuando esto sucedía los aldeanos gritaban con mucho jubilo como si ganaran una batalla, también habían visto sacrificios con gente de sus mismos pueblos, para los coyotls eso era aberrante era como una atrocidad pues no daban pie a lo que su padre Quetzalcóatl les había enseñado.
Los Coyotls también estaban impresionados por conocer tanas maravillas de esa nueva cultura edificaciones que no eran tan enormes como el templo del sol pero las matemáticas de sus construcciones eran demás exactas.–O! que grande y maravillosa es esta tierra fértil pareciera como el edén del paraíso que veo en mis sueños, es una lástima que se sacrifiquen entre hermanos pues es como si vivieran en su propio inframundo - se expresaba el gran coyotl al mismo tiempo que mascaba un cintéotl tatemado por las brasas de los troncos, esa noche planearon la conquista de esa gran civilización y al día siguiente ya descansados y bien alimentados fueron a dar una gran batalla a los desconocidos.
CUARTA PARTE. La Gran batalla del Imperio Desconocido.
La batalla comenzó y los guerreros desconocidos pronto tomaron sus lanzas y hacían agitar los gritos de guerra, pero los coyotls no se dejaban intimidar e iban avanzando derrotando a cuanto adversario se ponía en su camino, los desconocidos pronto vieron como sus lanzas y flechas parecieran inútiles ante estos guerreros invasores por lo que decidieron invocar a su Dios de pronto el gran coyotl al mismo tiempo que luchaba contra cientos escucho a un anciano que invocaba a un Dios -Ek Chuah baja del cielo para que libremos esta guerra y salgamos victoriosos, entonces los coyotls vieron al Dios descender desde los cielos a un gran monstruo de guerra, los coyotls emocionados al mismo tiempo que luchaban escalando las pirámides se emocionaron mucho pues era tal vez el monstruo que estaban esperando con tanto ahínco pero este si les dio batalla.
Ek Chuah tomo con sus gigantes puños a los coyotls y los llevo a la cúspide de la pirámide para asesinarlos como si fuera una ofrenda de sacrificio para sí mismo al percatarse el gran coyotl se impulsó desde lo más bajo de la pirámide hasta llegar a lo más alto, miles de los desconocidos vieron la asombrosa hazaña del salto que dio subió tan rápido que pereciera que volara.
Entonces el Gran Coyotl como Quetzalcóatl encajo sus grande colmillos en el cuello de Ek Chauh hasta que desprendió su cabeza, es la forma en que los desconocidos cuentan su derrota, más en la realidad el gran coyotl lo que hizo fue dar una gran zarpazo con su hacha cortándole la cabeza a Ek Chuah y la hizo rodar por las escalinatas de la pirámide tal y como los sacrificios entre sus propios hermanos y en ese instante los desconocidos no daban pie a lo sucedido pues su Dios de la guerra había sido derrotado, muchos cayeron al suelo hincados por la derrota y entre ellos empezaron a contar la hazaña del gran Coyotl a quien llamaron el “Coyote Emplumado” por la forma en que parecía volar.
Los Coyotls bajaron triunfantes de la pirámide, pronto los desconocidos tendrían nombre y eran los Itzaes, pero la lucha todavía no terminaba fue cuando se escuchó un estruendo aturdidor pues los Itzaes ya habían invocado a su Dios de la lluvia para ahogar a los Coyotls, y entonces por primera vez en la vida de los Itzaes el Dios Kukulcán se dejó ver y empezó a descender por su templo como si fuera el solsticio, los Coyotls no tenían miedo pero cuál fue su gran asombro que quedaron perplejos al ver que aquel Dios tenia puesto el traje de su padre Quetzalcóatl la serpiente emplumada, entonces el gran Coyotl comprendió que era su padre –Que grande eres Padre que tu estirpe ha llegado hasta estas tierras tan lejanas de Aztlán!, pues más asombrados quedaron los Itzaes y entonces Kukulcan hablo –Hijo he venido aquí solo para que cumplas mi mandato, estas tierras también son tuyas y te he traído aquí para que termines con el enemigo pues hace mucho tiempo que Tezcatlipoca llego a este lugar para sembrar sus costumbres y que con ellos ha creado todas estas guerras que entre hermanos se han desbastado ya no queda nada de Tikal, ya conquistaste con valentía Chichén Itzá sigue los senderos de cal que los Itzaes han marcado como la ruta Puuc.
QUINTA PARTE. La Ruta Puuc y el fin de la guerra.
Los Coyotls emprendieron el camino hacia Uxmal donde pensaba que comenzarían otra grande batalla pues no era fácil decían que aquella grande ciudad moderna era gobernada por un enano verde que era adivino, -Como podremos ganar si el ya sabrá lo que haremos- El gran coyote emplumado también sabio llego en son de paz y entonces no hubo necesidad de guerra pues Tezcatlipoca no pudo vencer a este gran gobernante, Saiya los recibió feliz –Gracias por visitar estas tierras y venir en son de paz ya mi templo ha sido construido 3 veces quiero que mi legado perdure, pues si hubiese otra guerra se edificaría sobre su templo. Hay varias veredas en la ruta sabría que no pasarían por Kabah pero si les digo no toquen estas tierras porque de ahí es donde vivía mi madre, mejor lleguen hasta Mayapan- el gran coyoatl pregunto –Como sabremos cual Ciudad es Kabah y cual Mayapan-,-Es muy simple- contesto Saiya –Mayapan es una réplica de Chichén Itzá, entonces los Coyotls hicieron pacto con Saiya y en ese momento lo vieron ascender pues el enano verde podría descansar en paz su reinado había terminado sin que hubiese una guerra más.
Los coyotl siguieron la ruta hasta llegar a su ultima enfrentamiento y llegaron hasta la ciudad que en aquellos tiempos eran la perdición ahí se concentraba la elite de los hijos de Tezcatlipoca, y entonces el gran coyote emplumado lanzo el grito de guerra pareciera como si en realidad el gran guerrero saliera de la cabeza de un coyote y empezaron la batalla eliminando a cuanto podían, una vez decapitados los malos el gran coyotl mando quemar las aldeas.
Finalmente Coyotl había terminado el mandato de su padre y la serpiente emplumada se le vio por última vez surcar los cielos, sin embargo pareciera que esto de las guerras es algo interminable ya que una de las hijas de Saiya tuvo una predicción en sus sueños donde llegaba otro monstruo mucho más grande y más poderoso que Tzipantli era un monstruo tan pálido como la luna era como un mal presagio pues ni sus lanzas y flechas podrían contra sus veloces piedras de hierro, Que nos deparara el destino pues ni la serpiente ni el coyote emplumados se verán en estos tiempos, pero al despertar la hija de Saiya se alegró porque todas las atrocidades cometidas por el monstruo blanco sucederían muchos pero muchos años después, tal vez siglos pero también vio en su sueño que si alguien leyera esta historia se daría cuenta de que ya paso.
Fin.
Un cuento de Letras Graficas: Por Arnulfo García.